Sin Dios

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Sin Dios. Abril de 1999 Revista Todas las novedades

 

Hechos contra el capitalismo

 

Para Sin Dios, la música es una parte más de la revolución. Ellos son anarquistas activos y a cada paso que dan encuentran mil razones más para seguir luchando. Su última zancada les ha llevado a México

"Ruido anticapitalista", el primer disco de Sin Dios, apareció en 1991. Fue una primera ráfaga de básicos y directos temas cargados de rabia y de verdad. Su mensaje anarquista trataba de explicar (y, sobre todo, desenmascarar) los vigentes y degradados valores políticos, sociales y económicos. Después vino "Alerta antifascista"; corría el año 1993 y su idea de autogestión y anarquismo les daba la razón. La cuestión era básica: "Nosotros somos dueños de nuestra música, de nuestra libertad y de nuestra autonomía". Aquel segundo álbum estaba dedicado a tres víctimas de ataques fascistas e instaba a actuar, a organizar la autodefensa, a abrir los ojos ante la hipócrita situación política…

Su cabezonería les llevó a sacar "Guerra a la guerra", su tercer disco, donde se reafirman como anarquistas autogestionarios, muestran cómo se puede funcionar dando la espalda al mercado y a la todopoderosa industria musical y demuestran que un grupo puede tener objetivos e ilusiones muy alejados del absorbente "Caballero Don Dinero". Este álbum es el primero que publican en soporte CD y la cosa funciona.

De modo alternativo, venden los suficientes ejemplares como para reeditar sus dos primeros trabajos (hasta entonces sólo en vinilo) juntos en forma de CD-libro, un libreto ya característico en sus entregas donde los textos de las canciones van unidos con dibujos, fotografías y escritos de personajes ajenos al grupo aunque ligados a su ideología y su causa.

La cosa no ha ido nada mal para Sin Dios desde que apareció aquel tercer disco (1997) y se reeditaron los dos primeros. Tanto es así que a principios de este año prepararon una gira por tierras mexicanas junto a compañeros anarquistas de aquellas tierras, un salto de charco que volvía a demostrar que para llegar a la gente no es necesario contar con millones de dólares ni con abusivas industrias que monopolicen al individuo y su trabajo. A propósito de esta gira mantuvimos una charla con dos de los componentes del grupo.

-- "Hemos estado un mes en México realizando diecisiete conciertos en los que no ha habido ningún tipo de empresario, promotor, manager ni nada que se les parezca. Llevamos tres años de contactos con colectivos anarquistas de México y han sido ellos los que han editado allí nuestros trabajos. El principal colectivo que coordinó nuestra gira ha sido JAR (Juventudes Antiautoritarias Mexicanas), que son quienes se han puesto en contacto con colectivos de todos los estados para buscar todos los conciertos".

-- ¿Qué os encontrasteis al aterrizar en México?

-- "Hay un fortísimo nivel de represión. La peña con la que estábamos había okupado dos veces. La primera de ellas pegaron dos tiros por la espalda al representante de la asamblea okupa y lo mataron; la segunda okupación que hicieron fue asaltada por la policía, que violó a dos compañeras y destrozó todo, por lo que, de principio, se han planteado no okupar. Así está todo. La vida no tiene el valor que tiene aquí, la militancia no significa lo mismo… Nada más llegar mataron a cuatro chavales en el zapalapa donde dormíamos… Y palizas… Y todo así".

-- ¿Partíais con alguna idea preconcebida?

-- "Hemos ido a México a tocar sin ningún ánimo de lucro. Ha sido un mes en que nos han dado de comer y nos hemos sacado el dinero del viaje; o sea, que para nosotros ha sido un lujo y una satisfacción conocer a la gente mexicana, que te da de todo, que nos ha tratado bien hasta darnos bochorno, con respeto y viéndonos como catedráticos de la anarquía y estrellas del punk. Querían saber; sobre todo, saber: sobre música, sobre lucha social… Hemos dado charlas sobre todo eso en institutos, en el preuniversitario… Proyectábamos un par de cintas de vídeo sobre la okupación, sobre anarquismo, y por la noche ofrecíamos el concierto".

-- Creo que por allí la violencia es moneda común…

-- "La situación social te hace cuestionarte mucho las respuestas que pudiéramos dar sobre el anarquismo. Respuestas prácticas, no teóricas, porque es una sociedad con una violencia bestial y no sólo policial (que es durísima), sino también con violencia entre pobres, entre bandas de barrios. También está la violencia militar… Estuvimos viajando mucho por las carreteras mexicanas y a medida que te acercabas a Estados Unidos te encontrabas con multitud de controles policiales, que actúan contra la emigración y el narcotráfico, y militares, que van por lo político. Te despiertan a mitad de la noche, con una linterna apuntando a los ojos, y comienza el registro. En uno de los controles militares, uno de los soldados nos dijo en voz baja que él era punk, que le molaba mogollón Eskorbuto y que no nos preocupásemos por nada; el tío le dijo a su mando que todo estaba registrado y que allí no había nada peligroso. Con las camisetas del zapatismo te puedes cagar. Si acaso puedes llevarlas en México D.F., pero viajando es chungo. En una paradita, a uno de nuestros guías le vieron en la carretera con una de ellas y casi se lo llevan".

-- ¿Cómo se lo montó la gente que os organizó la gira?

-- " Allí existe un circuito comercial con salas de concierto, con bandas de rock… Entonces alquilaron salas. Allí todo funciona con dinero: permisos, policía… todo. En uno de los pueblos donde tocamos lo tuvieron duro para conseguir el permiso y lo que hicieron fue pagar a varios policías para que cuando viniesen más policías les dijesen que allí no había problemas, que todo estaba bajo control. En otro lugar que tocamos coincidía la visita del Papa y hubo problemas porque la gente que organizaba aquello había puesto sus ahorros de todo un año para nuestro concierto. ¡Te derrites! Dices, '¡Joder! Esta gente me está reafirmando en todo lo que pienso'".

-- Imagino que los medios materiales son escasos, precarios…

-- "Las condiciones técnicas, comparándolas con las que hay aquí, eran penosas: la mitad de la batería, sin ampli de bajo, amplis de guitarra de 20 watios… Pero da lo mismo: toques lo que toques, la peña alucina y esa falta de infraestructura se suple con el exceso de corazón que pone la gente. A veces ha habido deficiencias técnicas, pero todo ha salido adelante. Aun con medios precarios, la asistencia de gente ha sido muy numerosa: en México D.F. dos mil personas y en provincias de quinientas a ochocientas… Lo más fuerte era ver cómo se sabían las canciones: todas y toda la canción entera".

-- ¿Habéis compartido escenario con bandas de allí?

-- "Hemos tocado con grupos de allí. Grupos muy buenos, pero sin medios. Grupos cuyas maquetas da pena escuchar porque suenan realmente mal. Si tuviesen medios parecidos a los nuestros serían una caña porque son realmente buenos. Ellos son realmente revolucionarios (al menos los grupos con los que tocamos) y siguen con la música como medio para difundir su idea. Yo pienso que México va a estallar dentro de poco; la cosa va a saltar y habrá lucha armada. Algunas guerrillas ya están organizadas… La peña reivindica el punk como militancia política. Además, lanzan campañas de alfabetización, recuperan a críos de la calle… La entrada a sus conciertos la pagas con alimentos para las comunidades indígenas".

-- ¿Conocía el público vuestra música?

-- "En México la gente es muy pobre. Que nadie se crea lo de la tele porque la gente es muy pobre. México D.F. es un monstruo de ciudad con veintitantos millones de personas donde lo que más hay es miseria y lo que menos pasta, así que los discos se piratean un montonazo y eso hace que todo el mundo tenga tu música: los que tienen y los que no".

-- ¿Qué conclusiones habéis sacado de la gira?

-- "Las letras que nosotros hacemos son triunfalistas. Hablan de banderas, de ideales, de vivir la utopía… y ellos se las creen más que nosotros. Quiero decirte que yo creo en lo que canto, pero sé lo que hay y soy consciente de lo que hay; pero ellos están en una sociedad que dentro de poco puede ser prerrevolucionaria. Nos han dicho que, al ir allí, hemos ayudado a que crean más en sus ideas y a que estén más unidos porque se han tenido que coordinar entre los diferentes grupos anarquistas para hacer nuestra gira y eso para ellos ha sido una especie de ensayo. Yo me traigo muchas dudas. Aquí todo es hedonista y superficial, la gente se rige por la moda,tanto ideológica como estética… y tú, tras estar allí, vienes y dices '¿Qué hago? ¿Unabomber y a saco? ¿Sigo el camino que siempre he seguido?' Creo que lo veo todo como una hormiguita que intenta concienciar pero a la que el poder puede pisar y hacer desaparecer en cuanto quiera".

-- ¿Es cierta vuestra fama de criticones, de no dejar títere con cabeza?

-- "Nosotros somos más críticos con quienes tratan de vender la revolución, con quienes tratan de vivir de ella… Me jode decirlo, pero respeto más a Camela que a Ska-P o Reincidentes. Nosotros no criticamos ese rollo de que los grupos se vendan y vivan del sudor y del esfuerzo de presos e indígenas; si el poder lo permite es porque no hace daño. Lo que les duele es que CNT salga en la tele, que quites al poder el disfraz ante todo eso de la tolerancia… El poder tiene su fachada y dice 'Mira como nos enrollamos. Damos cabida a todos: desde el Ynestrillas con su partido hasta el rojerío que tiene su voz en la prensa…' Al final tienes al enemigo en casa".

 

Buitre no Come Alpiste

Puedes ver la entrevista en su sitio original

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